Participación escolar

En la asignatura de Sociedad comentamos que, normalmente, lo que más ansía la gente es la sensación de pertenencia. Si nos paramos a pensar, ¿cuántas personas en España dicen con orgullo dónde han estudiado? No muchas. Porque sí, a la gran mayoría no nos importa decir a qué universidad fuimos o cuál fue nuestro colegio, pero eso no significa que hayamos creado un vínculo con el centro. Considero que esto se puede solucionar a través de la participación en actividades por parte del alumnado, como sucede en otros países.

Y, ¿cómo se mejora esa participación? Lo más importante es que se tengan en cuenta las sugerencias y opiniones de los demás, que se sientan escuchados, que puedan ver resultados. Por ejemplo, en mi instituto había un buzón de sugerencias que, sinceramente, yo creo que siempre estaba vacío. Sin embargo, en una ocasión todo el instituto decidió movilizarse para un tema concreto, por lo que el buzón se llenó. Se mantuvo lleno durante semanas y se vació cuando el problema quedó olvidado (que no resuelto). ¿Qué fue de esas sugerencias? Nadie lo sabe, probablemente se usaron para hacer libretas de papel reciclado.

También es importante que, desde el centro, se preocupen por los alumnos. Soy consciente de que en institutos muy grandes es complicado intentar mantener una relación más cercana con cada uno de los estudiantes, pero sería imprescindible contar con un orientador que pudiera ayudarles siempre que lo necesitaran y les escuchara, para poder favorecer esa relación.

Además, desde el centro, se podría intentar delegar ciertas actividades a los alumnos (con supervisión, claro está). Por ejemplo, la organización de la graduación, la realización de actividades en días especiales, como el día de la paz, fomentar la creación de decorado para ciertas festividades, como Halloween o Navidad, etc. Estas actividades son entretenidas, fomentan la colaboración entre los diferentes alumnos, aumentan la motivación y fortalecen el vínculo entre el centro y el alumnado.

A su vez, es posible proponer actividades que involucren a las familias (de manera completamente voluntaria). En mi instituto se hacían carreras solidarias, en las que podías recoger dinero; eventos de convivencia entre las familias, donde se preparaba una comida, las familias se reunían, había concursos, sorteos, etc. y otros eventos artísticos, como exposiciones de obras realizadas por los estudiantes, actuaciones de baile, con instrumentos y canto…

Todas estas actividades se pueden relacionar con asociaciones de alumnos, grupos de mediación, reuniones con delegados, fomentando así que los alumnos quieran formar parte no solo de estas actividades, sino también de la representación de su clase en temas más académicos.

 

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