El proyecto educativo fantasma
La verdad, antes de tener que buscar información sobre el proyecto educativo de un centro ni siquiera me había planteado su existencia o que yo pudiera tener acceso a ese documento. Y, entonces, tienes curiosidad por ver el de tu antiguo instituto, ver su organización, los valores, etc. La realidad con la que me he topado es que la página no está actualizada en su totalidad: hay secciones que llevan sin actualizarse años, propuestas de actividades que se cancelaron cuando yo aún seguía allí y profesores que forman parte del organigrama pero que, por desgracia, fallecieron. Además, no existe acceso alguno al proyecto educativo, porque, sí, ahí está el enlace: un enlace que no te lleva a ninguna página.
Pensé: «bueno, no pasa nada, buscaré
el proyecto educativo del instituto del pueblo de al lado». Sin resultados. «¿Y
el de mis primos?». Más de lo mismo. He estado un rato intentado buscar
cualquier proyecto educativo en el que poder basarme para escribir esta
entrada. Desesperada, he decido comprobar si, por casualidad, mi colegio lo
tenía publicado. Sorprendentemente, así ha sido. Así que no comentaré un proyecto
educativo de un instituto, sino de un colegio, pero, al menos, podré compararlo con la realidad que yo viví.
Por lo que he leído, es cierto
que, en general, se centraban mucho en la igualdad, el respeto y la tolerancia hacia
cualquier persona, en especial, a nivel académico. Recuerdo que había muchas
clases de apoyo y que a ciertos alumnos se les mandaba otras tareas diferentes
a las que teníamos la mayoría de la clase.
Sin embargo, en algunas ocasiones,
estas personas con apoyo se veían favorecidas por los profesores ya que, para
la toma de ciertas decisiones, solo se tenía en cuenta su opinión, eran los
primeros que podían salir al recreo, pocas veces recibían los castigos grupales
y a la hora de mediar conflictos entre alumnos, ellos siempre tenían la razón.
Esto provoca el rechazo por parte de los otros alumnos y espero que, a día de hoy, haya
cambiado.
En cuanto al tema de las convivencias,
es cierto que realizábamos excursiones en las que teníamos que relacionarnos con
otros niños de diferentes institutos de Palencia. Era una experiencia muy
enriquecedora, puesto que, en esos cursos los niños se suelen relacionar solo
con gente de los alrededores y de esas convivencias nos llevábamos amigos que manteníamos
incluso en el instituto. Por otro lado, también hablan de participación en
actividades con el instituto y ni en el colegio ni en el instituto recuerdo ninguna
interacción entre ambos centros (sin contar la vez en que, estando en Primaria decidimos
empezar una batalla de papel de baño mojado, lanzándolo entre las vallas que
separaban el colegio y el instituto; pero realmente no fue una interacción, ya
que los estudiantes de la ESO decidieron ignorar nuestras higiénicas amenazas).
En conclusión, creo que el proyecto educativo, así como el resto de documentos que organizan un centro, se escriben
sabiendo que probablemente nadie los lea, procurando ser lo más correctos
posibles e incluyendo planes que, quizá, en un futuro se realicen.
Hola Maria! Me parece increíble lo que cuentas...Que el instituto no haya actualizado su página web, tan siquiera se haya molestado en eliminar a los docentes que ya no están presentes. No me extraña entonces que no aparezca ni el proyecto educativo!! También coincido contigo en que las instituciones educativas escriben esos documentos con la máxima corrección, pero luego de la teoría a la práctica pues ya sabemos lo que pasa, dudo mucho que los lleven a cabo...
ResponderEliminar