Castilla y León y el mundo rural
Si por algo se caracteriza
Castilla y León es por la despoblación y entre las áreas que se ven afectadas
por ella se encuentra la educación, más concretamente la educación rural. Y,
aunque es cierto que existen escuelas «normativas» en muchas zonas rurales, me
gustaría hablar sobre los CRA (Centros Rurales Agrupados).
Para entender su origen, nos
tenemos que remontar hasta 1970, con la Ley General de Educación, que, entre
otras cosas, obligaba a los estudiantes a realizar varios cursos,
específicamente los dos últimos años, en escuelas nacionales o graduadas, por
lo que muchas familias, influenciadas también por el éxodo rural de las últimas
décadas, decidieron mudarse a la ciudad, lo que facilitaba la educación de sus
hijos. Las escuelas rurales fueron perdiendo alumnado hasta que en 1986 se
crean los primeros CRA en Castilla y León, aunque en otras Comunidades
Autónomas ya estaban en funcionamiento desde hacía algunos años.
Aunque, en estos centros, el aprendizaje es igual de eficiente como en cualquier otra escuela, basado en la cooperación, las relaciones sociales dentro de una comunidad más familiar y la solidaridad, la mayoría de los padres se decantan por métodos de enseñanza más «tradicionales».
Este estigma no solo llega a las
familias, sino que los profesores tampoco quieren estos destinos, ya que, para
la mayoría, no existe ningún atractivo por trabajar «aislado» y en constante
movimiento. No les culpo. En Castilla y León no existe ningún programa público
que ayude y forme a los profesores para la correcta adaptación a centros de
este tipo. No hay herramientas en las que se puedan apoyar y la realidad es que
estos profesores se mueven a ciegas. Porque sí, claro que hay charlas para
evitar la despoblación en el mundo rural, pero normalmente se centran en la
agricultura, la ganadería, en alguna ocasión mencionan el sistema sanitario y
casi nunca se habla sobre la educación.
Yo he visto cómo mi colegio e
instituto absorbían a los centros rurales, cómo llegaban los niños un tanto
desorientados por las nuevas normas: «no puedes venir con nosotros, eres más
pequeño», «eso no te lo puedo explicar ahora, ya lo verás cuando llegues a
cuarto», «las manualidades si quieres en casa, aquí tienes que copiar lo que
pone en la pizarra, como los demás»…
Castilla y León tiene buenos
centros, con profesores competentes y un temario completo, lo que le ayuda a
obtener altas clasificaciones en los informes educativos. Solo le falta
transmitir todo esto a los cuatro olvidados de siempre.
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